A los ocho años recibí un regalo distinto a cualquier otro.
Llegó en un sobre de papel madera, era de Yazar (un amigo se viajes de papá).
Un bello pañuelo de seda con flores azules y rosadas, un lápiz labial rojo y un esmalte
de uñas fucsia intenso, cruzaron el inmenso océano hasta llegar mí.
Yazar tenía hijas
de la misma edad que la mía.
En su tierra las niñas se pintaban y vestían con vibrantes colores. Su deseo era
compartir conmigo, una niña del otro lado del mundo, un poco de su cultura.
Todavía lo conservo y cada vez que lo miro, al menos por un rato, la distancia
se hace invisible.
martes, 20 de enero de 2015
jueves, 15 de enero de 2015
martes, 13 de enero de 2015
Pensamiento n° 9
A las 21:58 pasamos por el túnel subfluvial.
Cierro los ojos e imagino el río sobre mi cabeza. Si los cierro un poco más fuerte,
siento el ruido del agua.
22:01 salimos a la superficie.
domingo, 11 de enero de 2015
Pensamiento n° 8
Una noche me crucé con un perro de ojos distintos, uno celeste, otro marrón.
Caminamos juntos, perro de ojos de cada color.
Caminamos juntos, perro de ojos de cada color.
Pensamiento n° 7
Mi papá viajó mucho, así conoció gran parte del mundo.
Yo esperaba su llamado. A veces llegaba desde arriba de una duna, otras desde
un arrecife de coral o junto a los elefantes, desde donde fuese él siempre llamaba.
Me decía que prontito iba a volver a casa para comer mucho helado e irnos de
vacaciones todos juntos a la playa.
Yo esperaba su llamado. A veces llegaba desde arriba de una duna, otras desde
un arrecife de coral o junto a los elefantes, desde donde fuese él siempre llamaba.
Me decía que prontito iba a volver a casa para comer mucho helado e irnos de
vacaciones todos juntos a la playa.
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